Hay que saber lucirlos. EL gorrito, el tocado, la boina, el sombrero, cualquier cosita en el pelo...hay que llevarlos como si hubieras nacido con ellos puestos. Naturalidad.Y doy fe de que, a pesar me chiflan, no es para nada mi caso...en cambio mi amiga Eva podría llevar un loro en su linda cabeza que daría igual, lo reconvertiría ipso-facto en el adorno del siglo. Pura compenetración estética entre cualquier tocado fashion y la señorita, que lo vi un dia con mis propios ojos, uno tras otro, probando sin mirarse casi al espejo, ay,ay,ay...que envidia más graaaande....
Yo le propondría (y a quién tenga la suerte de admitirlos) esta mini- coqueta selección:
(el primer tocado, los "faralaes" rosas, es de Richard Chambers)
Pues dila a Eva que te enseñe las cosas que hacen sus amigas de Mamita Linda, son ideales y tienen unos tocaditos y unas chisteritas ideales para ir a cualquier sitio...un besazo.
ResponderEliminarLos quiero toooooooooooodooooooooosssssssssssss!
ResponderEliminarEscapando de nuestros propios demonios,
ResponderEliminarestamos solos, solos ante el si mismo.
Ya hay demasiada gente haciendo tocados. El futuro está en los tocados para tios. Idea que regalo, gratis, para la próxima pasarela en donde sea.
ResponderEliminarSufro el no poderme poner sombreros, que me encantan, porque no hay modelo que no se despegue de mi cara, denunciándome como un advenedizo sin derecho a llevar esa prenda. O sea, te entiendo.
Me ha gustado esto. Volveré.
Si viera Mad Hatter estos sombreros jiji!!
ResponderEliminarbss
La fisonomía también ayuda mucho a la elegancia. Hay personas a las que, por mucho gusto que tengan, un sombrero le sienta peor que seis tiros a bocajarro; y otras, como mi dueña, a las que, como dices de Eva, cualquier cosa le cae divina.
ResponderEliminarMe encaaanta los gorros, los sombreros, los tocados..sobretodo los sombreros, lo malo es que aquí en España si sales con un sombrero te miran realmente como si de verdad llevaras un loro en la cabeza...que pena..
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ResponderEliminarQue el año que comienza nos traiga energía e inspiración para crear mundos deseables y habitables desde la palabra empeñada. ¡La imaginación al poder¡ ¡A conquistar la realidad!
Un gran abrazo para ti.
«Cada rincón de un minúsculo florecer se hace cotidiano tras la palabra hasta habitar lo des-habitado como infante frente a la hoja en blanco.»
BELMAR